Vistas desde la ventana del hotel
Hay muchos parques rodeados de rascacielos
Cerca estaba Bario Akasaka, donde comimos ramen.
En el parque Yoyogi se encuentra el santuario sintoísta Meiji, dedicado a los espíritus deificados del Emperador Meiji y su mujer, la Emperatriz Shōken. La construcción comenzó en 1915 aplicaron el estilo tradicional nagare-zukuri, y para ello, utilizaron principalmente Cipreses y cobre japonés. El edificio original fue destruido durante el bombardeo de Tokio en la Segunda Guerra Mundial.
Barriles de sake en ofrendas
Vimos el palacio del emperador situado cerca de la estación Tokio.
El segundo viaje fue de tres meses. Antes habíamos alquilado un piso para 4 personas en Kashihara (cerca de Nara), donde vive la madre de nuestra amiga. Un mes antes habíamos comprado por internet los JRPass para desplazarse en el metro (líneas JR), shinkansen (tren bala) y trenes (línea JR). Aunque en la región Kansai (Kioto. Osaka, Nara, Kobe, entre otros) no nos fueron muy útiles.
El aeropuerto Haneda se encuentra a 20 km al sur de la estación de Tokio.
Si tenéis comprado el "JR Pass" es mejor activarlo en el aeropuerto, porque lo que más cuesta en Japón es el transporte público. Hay que tener en cuenta, que si vais a pasar unos días en Tokio y después moveros, os recomiendo no activar el "JR Pass", ya que el mejor uso que se puede hacer es en trayectos largos (Shinkansen). Existen pases diarios de metro para extranjeros que sólo se pueden comprar en el aeropuerto. Si vais a estar uno o dos días, aprovechad estos pases porque salen muy económicos.
Las primeras dos noches dormimos en un apartamento en el bario Nakano (cerca de Shibuya). Este bario nos encantó porque era tranquilo y antiguo. Es uno de los 23 barrios especiales de Tokio, que conforman el área conocida tradicionalmente como la ciudad de Tokio. Esta área ha sido el corazón de Tokio desde que Tokugawa Ieyasu construyó su castillo en el mismo lugar en el que hoy se alza el palacio imperial. Cada uno de estos distritos es una entidad autónoma, con su propio alcalde y asamblea. No responden a una autoridad central, aunque algunos servicios públicos como drenaje, suministro de agua y cuerpo de bomberos, son centralizados a través del Gobierno Metropolitano de Tokio. Este esquema de gobierno no existe en ninguna otra ciudad de Japón.
Para llegar al dicho barrio, tuvimos que cambiar varias paradas del metro desde la estación de Tokio. Subiendo y bajando las maletas por las escaleras sin saber que en casi todas estaciones hay ascensor(a veces se encuentra un poco alejado o no se ve claramente, pero buscad que suele haber premio).
Para llegar al dicho barrio, tuvimos que cambiar varias paradas del metro desde la estación de Tokio. Subiendo y bajando las maletas por las escaleras sin saber que en casi todas estaciones hay ascensor(a veces se encuentra un poco alejado o no se ve claramente, pero buscad que suele haber premio).
Para moverse por la ciudad con "JR Pass" tenéis que buscar estaciones especiales, lo mejor es pedir el mapa de la línea JR. Si no se ha activado el JR Pass, otra opción es utilizar el pase diario (como comentamos anteriormente).
El apartamento nos gustó Tokyo Heartwarming House no.16 (209 € por 2 noches).
El Parque Yoyogi es uno de los mayores parques de Tokio. Está situado junto a la Estación de Harajuku y el Santuario Meiji en Shibuya.
Santuario Meiji
Shibuya ha conseguido una gran popularidad entre los jóvenes en los últimos 30 años. Allí encontrareis varios centros comerciales de moda; el más famoso de ellos es el llamado "Shibuya 109" (ichimarukyū), famoso por ser el origen de la subcultura kogal.
El famoso cruce llamado Scramble Kousaten, del que se dice que es el más concurrido del mundo.
Visitamos Akihabara - el bario de anime y videojuegos. Es buen sitio para comprar souvenirs.
El piso era de dos plantas; abajo baño, cocina americana con salón (sin muebles), arriba dos dormitorios con futones.
Al otro lado de la calle había un restaurante de Okonomiyaki.
En el mismo templo hay una tetería donde tomamos un postre (hielo con jarabe, me encantó con té verde).
En frente de la entrada hay una tienda muy pequeña donde venden helados de té verde increíbles.
Después de un día de descanso y lluvia, quedamos con Mama-san para ir a Nara. Fuimos al Centro para extranjeros, donde hicimos ciervos y estrellas ninja de origami. Todos eran muy simpáticos. Había un hombre mayor que hablaba castellano, porque viajaba mucho por España.
Cerca de la estación hay tiendas y restaurantes. Allí comimos hamburguesas en Mc Donald's (lo llaman Makudo). La verdad es que son distintas; más pequeñas y algunas con huevo frito.
Templo budista Gangō-ji , uno de los siete grandes templos de Nara. Su recinto sagrado tiene una extensión de 96 hectáreas. Fue fundado por Soga no Umako en Asuka, como Asuka-dera. Posteriormente fue trasladado a Nara en el año 718. La entrada cuesta 500 yen. En todos los templos hay que quitarse los zapatos.
Ya con la línea JR fuimos a la estación Nishinikyo donde visitamos Yakushi-ji, uno de los más famosos y antiguos templos budistas imperiales en país. Se encuentra en la lista de la UNESCO. Fue construido en el siglo VII por el Emperador Tenmu para que su enferma mujer se recuperase.
Cerca encontramos un lago y un bosque de bambú.
Por desgracia el cercano templo Toshodaiji estaba cerrado- llegamos tarde.
En casa comimos mochi que compro Mama-san en Nara.
Y otros manjares. No falto cerveza.
Al día siguiente por la mañana fuimos con JR a Osaka (aunque tardamos más, aprovechamos el "JR Pass" que habíamos pedido con un mes de antelación en España). Tuvimos que ir con Kintetsu de la estación Unebigoryomae (estaba cerca de nuestra casa), una parada, hasta Yagi-Nishiguchi. De allí. andamos hacia la estación JR Unebi (la llamamos "estación fantasma", porque estaba bastante deteriorada y casi sin gente). Luego tuvimos que cambiar de tren en Takada y directamente de allí a Osaka donde fuimos para ver el castillo.
Electric City
Cerca visitamos el santuario sintoísta de Kanda Myojin (construido en el año 730) y el templo Yushima Seido, fundado en 1690 por el shogun Tsunayoshi.
También pasamos por Shinjuku donde podéis tomar cervezas en los animados bares.
El tercer día por la mañana cogimos el Shinkansen desde la estación de Tokio hasta Osaka. Antes habíamos planeado ver más partes de Tokio de vuelta, porque nuestros amigos tenían que volar, en un mes, desde el aeropuerto de Narita a Madrid. El tren salió a las 14:00h, llegando a Osaka a las 17:00h.
Antes ya habíamos reservado el hostal Yamamoto House, cerca de la estación Tennoji, donde habíamos quedado con nuestra amiga Hiroko, que vive en Osaka. Al lado de la estación se encuentra Abeno Harukas Kintetsu -el centro comercial mas alto de Japón.
Desde la estación Shin-imamiya andamos para buscar nuestro hostal. Al lado de la puerta había grupo de borrachos tomando cervecicas. El barrio no nos gustó, y cuando Hiroko se enteró donde íbamos a pasar la noche allí, se reía mucho porque resulta que este barrio tiene mala fama. Nos dijo: "lo siento pero no voy a acompañaros a vuestro hostal". Por la tarde fuimos andando a la estación de Tennoji. Allí Hiroko nos invitó a cenar en un restaurante tradicional donde comimos, entre otros, mi plato favorito, sashimi.
Nos enseñaron el pescado antes de cortarlo, para comprobar que era fresco.
Estación de Tennoji
De vuelta, en el hostal, entramos en nuestra habitación y de repente: Ahhhh!!!! En la ducha teníamos una invitada que me asustó. Una gran cucaracha se paseaba por el plato de ducha sin ningún problema. Carlos sacó su instinto de cazador y mediante un lanzamiento certero de zapatilla (y algún golpe extra) terminó con el conflicto, dejándonos la posibilidad de ducharnos sin contratiempos. Por favor, no vayáis a este barrio!!!!
Por la noche casi no pudimos dormir: hacía mucho calor, el aire acondicionado se apagaba, nos daba miedo abrir las ventanas porque no tenían mosquiteras. Por favor no vayáis a Japón en agosto!!!
Al día siguiente cogimos el tren de Tennoji a Kashiharajingu-mae acompañados por Hiroko. No utilizamos "JR Pass", porque Hiroko nos comentó que la región Kansai esta línea no tiene buenas y rápidas conexiones. Mejor viajar con la línea Kintetsu (Vale la tarjeta Suica). Por ejemplo; para ir de Osaka a Kashihara con Kintetsu se tarda 40 minutos, con JR más de una hora porque hay que cambiar de tren en dos paradas. Los trenes JR suelen salir cada hora, los Kintetsu cada 20 minutos.
El nuestro no era tan chulo!!
Kashihara es una ciudad que se encuentra en el centro de la prefectura de Nara. Según datos del 2010, la ciudad tiene una población estimada de 124.658 habitantes. Fue fundada el 11 de febrero de 1956. El nombre de la ciudad proviene del Palacio de Kashihara, lugar donde tradicionalmente el primer emperador de Japón, el Emperador Jinmu, gobernó y unificó la región de Yamato. También en la actual Kashihara se asentó la capital imperial de Fujiwara-kyō entre 694 y 710.
Después de recoger las llaves del piso cogimos dos taxis para llegar allí. Detrás de nuestra vivienda había muchos arrozales.
El piso era de dos plantas; abajo baño, cocina americana con salón (sin muebles), arriba dos dormitorios con futones.
Al otro lado de la calle había un restaurante de Okonomiyaki.
El Okonomiyaki se asocia generalmente con la región Kansai,donde se cree que fue su lugar de origen, e Hiroshima. Es considerado de todas maneras uno de los platos típicos de Osaka, junto al takoyaki, y es en esta misma ciudad donde podéis encontrar la mayor variedad de restaurantes especializados en okonomiyaki. Este plato consiste en una masa con varios ingredientes cocinados a la plancha. La palabra okonomiyaki está formada por el honorífico o (お), konomi (好み gusto) y yaki (焼き cocinado a la plancha), significando "cocinado (a la plancha) a su gusto". La masa cocinada consiste en una base de harina y agua. Algunos ingredientes comunes son la cebolleta o cebolla de verdeo, carne, calamar, camarones, vegetales, kimchi, mochi y queso. Una vez listo el okonomiyaki, este es cubierto con salsa de okonomiyaki, mayonesa, aonori y katsuobushi. Estos ingredientes se proporcionan aparte para utilizarlos al gusto del consumidor.
Ese mismo día fuimos con Hiroko en autobús (las tarjetas Suica valen), al centro comercial para comprar cosas como: lamparitas de noche, utensilios de cocina y para el baño. Allí vivimos nuestra primera lluvia japonesa que parecía un tifón. Luego fuimos a casa de mama-san (la madre de Hiroko). Mama-san nos prestó muchas cosas como: mesita para comedor, un futón, nos regaló detergentes, jabones, lavavajillas etc.
Allí comimos nuestros primeros platos caseros; una especie de fideos fríos (soba) con tortilla y algas nori.
De postre, gelatina rebozada de polvo de té verde (me encantó) y jengibre.
Al día siguiente, después del desayuno y del café, quedamos con mama-san para ver un concierto en la casa de cultura. Tocaba un grupo utilizando los instrumentos tradicionales de Okinawa.
Café en bolsas, muy cómodo para preparar
Luego fuimos al templo budista Ofusa Kannon, Hiroko con vaqueros, se puso unos guantes largos, todo esto para protegerse del sol. Resulta que las japonesas cuidan mucho este aspecto. Hiroko nos comentó que las chicas que llevan pantalon corto y camisa con tirantes son chinas o coreanas.
Precioso jardín
De postre, gelatina rebozada de polvo de té verde (me encantó) y jengibre.
Al día siguiente, después del desayuno y del café, quedamos con mama-san para ver un concierto en la casa de cultura. Tocaba un grupo utilizando los instrumentos tradicionales de Okinawa.
Café en bolsas, muy cómodo para preparar
Luego fuimos al templo budista Ofusa Kannon, Hiroko con vaqueros, se puso unos guantes largos, todo esto para protegerse del sol. Resulta que las japonesas cuidan mucho este aspecto. Hiroko nos comentó que las chicas que llevan pantalon corto y camisa con tirantes son chinas o coreanas.
Según la leyenda en 1650, la diosa Kannon se manifestó a lomos de una tortuga cerca de Koigafuchi. Una niña llamada Ofusa la vio y la empezó a adorar en este lugar, que con el tiempo se convirtió en un templo. La sala principal actual se construyó al principio de la Era Meiji (1868-1912).
La atracción principal del templo es un jardín de rosas con más de 2300 especies y las "campanillas" japonesas, que durante el verano se escuchan mecidas por el viento.
En el mismo templo hay una tetería donde tomamos un postre (hielo con jarabe, me encantó con té verde).
En frente de la entrada hay una tienda muy pequeña donde venden helados de té verde increíbles.
De vuelta pasamos por el santuario sintoísta Kashihara-jingu fundado en 1889. Fue construido en el lugar en que se alzaba el Kashihara-gu, lugar donde se produjo la fundación de Japón, según Nihon-shoki (720). Fue construido en 1890, en el lugar en el que se dice que el primer emperador de Japón, Jinmu, accedió al trono. El sitio está rodeado de un bosque grande que, a pesar de los muchísimos mosquitos que aparecen en verano, es agradable pasear por allí.
Luego recogimos las bicicletas alquiladas y fuimos a casa de Mama-san. Reconozco que me daba mucho miedo ir con bici por las carreteras porque había mucho tráfico. En Japón la cena es muy abundante como la comida en España. Ellos no suelen comer mucho antes de cenar. Mama-san nos preparó arroz con curry muy popular en Japón. Para el postre comimos mochi, Hiroko decía omochi, porque las mujeres para ser mas finas añaden "o" a las palabras relacionadas con comida. Todo fue, por supuesto acompañado con té verde con hielo. Les encanta.
Retrato de Mama-san dibujado en el tren
Cerca de la estación hay tiendas y restaurantes. Allí comimos hamburguesas en Mc Donald's (lo llaman Makudo). La verdad es que son distintas; más pequeñas y algunas con huevo frito.
Templo budista Gangō-ji , uno de los siete grandes templos de Nara. Su recinto sagrado tiene una extensión de 96 hectáreas. Fue fundado por Soga no Umako en Asuka, como Asuka-dera. Posteriormente fue trasladado a Nara en el año 718. La entrada cuesta 500 yen. En todos los templos hay que quitarse los zapatos.
Cerca encontramos un lago y un bosque de bambú.
Por desgracia el cercano templo Toshodaiji estaba cerrado- llegamos tarde.
En casa comimos mochi que compro Mama-san en Nara.
Y otros manjares. No falto cerveza.
Al día siguiente por la mañana fuimos con JR a Osaka (aunque tardamos más, aprovechamos el "JR Pass" que habíamos pedido con un mes de antelación en España). Tuvimos que ir con Kintetsu de la estación Unebigoryomae (estaba cerca de nuestra casa), una parada, hasta Yagi-Nishiguchi. De allí. andamos hacia la estación JR Unebi (la llamamos "estación fantasma", porque estaba bastante deteriorada y casi sin gente). Luego tuvimos que cambiar de tren en Takada y directamente de allí a Osaka donde fuimos para ver el castillo.
Mapa línea Kintetsu
Hacía tanto calor que a Esaú se le ocurrió la idea de ir por la sombra en un bosque. De repente Carlos saltó como una cabra gritando. Resulta que casi pisó una culebra bastante grande y fue la segunda aventura con fauna indígena (la primera fue con cucaracha llamada por Carlos "cuca").
Cuando vimos la cola para entrar al castillo decidimos visitar los jardines, porque de todos modos íbamos a ver el castilllo de Himeji, mucho más grande.
De la cercana estación Morinomiya fuimos a la estación Osaka para ver la torre Floating Garden Observatory (Umeda Sky Building). Este edificio de 173 metros de altura y 40 plantas fue construido en 1993. La entrada cuesta 1000 Yen. Os aconsejo que vayáis por la tarde para poder admirar panorama de noche.
Al día siguiente fue el día de la colada, pero para poner la lavadora tuvimos que llamar a Mama-san. Fue realmente fácil para los que saben leer japonés.
También aprovechamos para un paseo por el vecindario y hacer la compra en el cercano supermercado, donde apunté algunos precios:
Salchichas tipo frankfurt- 298 yen, 150 g
Café molido- 332 yen, 126 g
Leche (medio litro)- 158 yen
Caja con bento- 400 yen
10 huevos- 248 yen
Cerveza (pac 6)- 558 yen
Almendras- 548 yen, 170 g (caro, caro)
Algunas mujeres mayores nos preguntaban de donde veníamos. Resulta que España triunfa, a Polonia todavía no la conocen.
Nos levantamos temprano para ir al museo de ramen en Osaka. Ya era habitual quedar con Hiroko al lado del Café Tree en la estación Tennoji. Desde allí fuimos al museo, donde vino otra amiga Akiko con sus dos hijos.
Compramos los recipientes de ramen,
Los decoramos,
Nos pusieron ingredientes que habíamos elegido,
Los pusimos en unas bolsas,
Nuestras obras de arte
Casi todas las estaciones de tren o metro tienen un centro comercial de varias plantas, así que en la estación de Osaka comimos en un restaurante con comida de Okinawa, todo estaba super bueno. Resulta que los centros comerciales son muy populares para comer. A veces es difícil encontrar una mesa libre y hay que hacer cola. Me encantó la comida japonesa, me lo comía todo, con huevos crudos incluidos. Incluso el "Natto", temido por los extranjeros, me gustó.
También visitamos un parque donde había un templo y un puente muy bonito.
En la estación de Tennoji y alrededor hay muchos centros comerciales para los fans de totoro; allí encontraréis una tienta de totoro.
Muchas escaleras
Y más escaleras
Subiendo y subiendo
Hiroko me dijo "lo siento pero cuando venga tu hermano no voy a subir arriba otra vez".
De vuelta visitamos un pueblo muy bonito Uji. Hiroko quería enseñarnos el palacio pero estaba cerrado. Aún así valía la pena pasear por las calles y tomar mi helado favorito, el de té verde. Esta región es famosa por su producción de té verde.
De vuelta a Yamato Yagi fuimos al Karaoke a petición de Carlos. Aunque estábamos muy cansados lo pasamos muy bien.
No sé como aguantamos el ritmo, pero otra vez nos levantamos temprano para ir con Hiroko al castillo de Hikone, cerca del lago Biwa- el más grande de país. Kati preguntó a Hiroko: "¿porque los japoneses se tapan la boca con mascara?" Su respuesta fue: "sólo los que son muy feos" y se partía de risa. Los japoneses son así de graciosos, ¿cómo no quererlos?
Hacía mucho calor y había mucha cola para entrar. Dentro encontramos muchas escaleras para subir, pero las vistas valían la pena.
El jardín nos encantó.
Después de pasear teníamos hambre.
Sopa miso: estaba riquísima.
Bien limpitos y a dormir, mañana más.
En mi opinión no vale la pena pagar la entrada, hay sitios más bonitos en Kioto. Si tenéis pocos días para visitar la ciudad no perdáis el tiempo.
No pudimos ver todo, porque una parte del terreno estaba cerrada por las obras. Supongo que era para prepararse para el mundial de 2020.
Kioto nos agobió por el calor y el turismo extremo.
Los ciervos sika, protegidos oficialmente como tesoros nacionales y considerados como mensajeros de los dioses por el sintoísmo, vagan por el terreno libremente. Son utilizados como reclamo turístico y se les puede alimentar. Mama-san compró unas galletas para ciervos y las dejó a Kati, que fue atacada y asustada con una manada de estos animales. Se lo comen todo incluso los pasaportes!!!!
Nos encantó el Nigatsu-dō que se encuentra al este de la Sala del Gran Buda, en la colina del monte Wakakusa. Fue fundado en el año 752. Desde allí se puede ver la preciosa panorama de Nara.
El Templo Tōdai-ji alberga una estatua gigante del Buda Vairocana. Aun habiendo sido reconstruido 2 veces por causa de incendios provocados por la guerra (siendo así un 33% más pequeño que el original), ostenta el récord mundial siendo la construcción de madera más grande del mundo. El templo fue finalizado en el 745 y el buda completado en el 751, habiendo consumido la mayoría de la producción de bronce en Japón durante varios años y dejando al país en bancarrota. La estatua ha sido refundida varias veces debido a razones como daños causados por terremotos y la reconstrucción del templo dos veces por incendios. El templo y su área circundante fueron inscritos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Es el edificio principal del templo de Tōdai-ji donde se encuentra el gran buda.
Uno de los pilares que sostiene el edificio tiene un agujero en su base. Los visitantes intentan pasar por el agujero, que tiene las mismas dimensiones que los orificios de la nariz del Buda. La leyenda dice que aquel que pase será bendecido con la iluminación. Los niños no suelen tener dificultades en pasar, pero los adultos a veces se atascan y necesitan ayuda para salir.
El fallido intento de Esaú.
Durante ceremonia abrieron la ventana para ver la cara de Buda.
En la ofrenda se incluyen varios tipos de comida a los difuntos, como arroz, verduras, frutas, pasteles y flores. Es típico encender farolillos en todas las casas y lugares públicos, con la esperanza de poder guiar a los espíritus de los difuntos hacia ellas.
Llegó el día para ver Hiroshima y cercana isla de Miyajima. Varios días antes habíamos reservado el Miyajima Coral Hotel (73 € por 1 noche). Por desgracia en la isla ya no quedaban, pero encontramos uno situado en frente de salida de ferry. Cogimos el Shinkansen desde Osaka hasta Hiroshima, luego, con el "JR Pass" fuimos a la isla con el ferry.
Nos quedamos hasta tarde. Por la noche ya casi no había turistas.
Después, otra vez con el Shinkansen, fuimos a Himeji.
Fue uno de los días más calurosos. A la entrada del castillo se estropeó la maquina de bebidas, pero por suerte los empleados vendían agua sumergida en recipientes con hielo. Compramos las entradas y subimos arriba. Como no, había muchas escaleras. Nosotros, bañados de sudor, subiendo y subiendo.
Luego vimos los jardines, donde habían españoles gritones, que por supuesto destacaban entre educados japoneses.
Al día siguiente fuimos al Museo de Ninja situado en Iga-Ueno. Por las líneas ferroviarias de Iga circula un tren con diseño ninja realizado por el famoso autor de manga, Matsumoto Reiji.
En la casa Iga-Ryu enseñan y muestran las trampas y sorpresas ocultas.
Nos divertimos mucho durante el Ninja show
Pagando 200 yen los chicos lanzaron 5 shuriken contra una diana
El castillo de Ueno lo visitamos sólo por fuera, dando un paseo por los alrededores.
El domingo, como Hiroko no trabajaba, quedamos con ella en Tennoji y subimos a la torre Abeno Harukas ( 300 metros de altura). El mirador Harukas 300 ocupa los tres pisos superiores (del 58 al 60).
Nos acompañó al barrio Namba para enseñarnos la comida artificial que se vende para los escaparates de restaurantes. A pesar de haber mucha gente andando por allí el barrio nos encantó. Se notaba un ambiente animado.
Comimos típica comida de Osaka en un pequeño bar, donde no había extranjeros. La experiencia me gustó mucho. Como siempre disfruté de la comida un montón.
Menos mal que Hiroko estaba con nosotros!!!
En el corazón de Namba se encuenta el Dotonbori con su famoso cangrejo de Kani Doraku.
El paisaje fue impresionante, lleno de arrozales.
Para despedirse de Kati y Carlos Mama-san nos invito a cenar a un restaurante
Por la noche casi no dormimos por el calor. Al día siguiente fuimos a Ginza para ver el teatro Kabuki, con entradas reservadas anteriormente y trama de espectáculo leída.
Pasamos también por el famoso mercado de pescado, que en parte se quemó, pero era tarde. Mejor ir temprano a las 4 h de madrugada si quieres ver las visitas que hay programadas.
Cerca encontramos una cafetería muy mona
En el mismo barrio subimos al barco (salida cerca de estación JR) para navegar por el río debajo de puentes. Me mareé un poco y Kati estaba con migraña.
Vimos el puente colgante Rainbow Bridge, tendido sobre la parte norte de la Bahía de Tokio. El puente lleva tres líneas de transporte en dos cubiertas. La cubierta superior lleva la Ruta 11 (Ruta Daiba) Autopista Shuto, mientras que la cubierta inferior lleva el sistema férreo de tránsito rápido Yurikamome (gaviota cabeza negra), la Ruta Prefectural Tokio 482 y las pasarelas peatonales. Es posible recorrer el puente a pie, el lado norte ofrece vistas del puerto interior de Tokio y de la Torre de Tokio, mientras que el lado sur ofrece vistas de la Bahía de Tokio y ocasionalmente del Monte Fuji, cuando es visible. Los pasillos peatonales solo se pueden usar durante ciertas horas. Nosotros lo cruzamos con el tren, lo que más me gustó fue este trayecto por las vistas. La isla de Odaiba no me impresionó.
Creo que vale la pena verlo desde Odaiba por la noche
También vale la pena la nocturna panorama desde la torre Skytree. Es la estructura artificial más alta en Japón desde 2010. Con una altura de 634 m, fue inaugurada el 22 de mayo de 2012. Arriba hacía frio.
Al día siguiente visitamos el parque de Ueno dónde se encuentran: El Museo Nacional de Tokio, el Museo Nacional de Ciencia de Japón, el Museo Nacional de Arte Occidental. una sala de conciertos, la capilla Tōshōgū, la Charca Shinobazu y su capilla Benzaiten, y el Zoológico de Ueno (se pueden ver pandas).
Hemos visto el estanque Shinobazu.
El templo Kiyomizu Kannon-do construido en 1631.
El santuario Ueno Toshogu fue construido originalmente en 1616, el santuario fue renovado en 1651 por orden del tercer shogun Iemitsu Tokugawa, quien lo cubrió de grandes cantidades de pan de oro, siendo uno de los santuarios más exuberantes de Tokio.
La última cena de Kati y Carlos en Japón. Lo pasamos bien, pero daba pena despedirnos de ellos.
Por la mañana les acompañamos al aeropuerto de Narita. La despedida fue triste pero habíamos disfrutado de muchos momentos que recordaríamos para siempre.
A partir de este momento íbamos a viajar por Japón los dos solos.
Los japoneses miraban mi camiseta y les hacía mucha gracia. Hiroko me explicó que era anuncio de un detergente.
Esperando el autobús nos entretuvimos en el centro comercial de Sunshine City.
Al lado había un parque lleno de gatos que se dejaban acariciar
Detrás de nuestra casa había ruinas de un templo, preciosas flores de loto y otro tipo de flores. Venía mucha gente para verlo.
El Monte Unebi, donde todos los días Mama-san hace ejercicio.
Fuimos con Mama-san a Imaicho, al lado de Kashihara. Es una aldea histórica de la época de Edo. Visitamos algunas casas- museo de comerciantes ricos. Nos dijeron que este sitio es escenario de culebrones japoneses, desarrollados en el pasado, porque no se ven los cables eléctricos.
Otro día paseamos por el parque.
Estaba dibujando, mientras que Esaú practicaba japonés hablando con un hombre, que resultó muy simpático. Se presentó como Hide -san y hablaba algo de inglés.
Cerca de Kashihara hay muchos pueblos situados en las montañas, rodeados de Parques Naturales. Las vistas y paisajes son preciosos. A siete paradas del tren de la línea Kintetsu, fuimos a Haibara.
Los bosques de bambú se ven mejor en los pueblos, no hace falta ir a Kioto!!!
Cuando vimos la cola para entrar al castillo decidimos visitar los jardines, porque de todos modos íbamos a ver el castilllo de Himeji, mucho más grande.
De la cercana estación Morinomiya fuimos a la estación Osaka para ver la torre Floating Garden Observatory (Umeda Sky Building). Este edificio de 173 metros de altura y 40 plantas fue construido en 1993. La entrada cuesta 1000 Yen. Os aconsejo que vayáis por la tarde para poder admirar panorama de noche.
Por la tarde fuimos con Hiroko para ver un partido de béisbol. Vinieron algunos compañeros de su trabajo. El ambiente fue animado aunque 3 horas para mi era demasiado.
Al día siguiente fue el día de la colada, pero para poner la lavadora tuvimos que llamar a Mama-san. Fue realmente fácil para los que saben leer japonés.
También aprovechamos para un paseo por el vecindario y hacer la compra en el cercano supermercado, donde apunté algunos precios:
Salchichas tipo frankfurt- 298 yen, 150 g
Café molido- 332 yen, 126 g
Leche (medio litro)- 158 yen
Caja con bento- 400 yen
10 huevos- 248 yen
Cerveza (pac 6)- 558 yen
Almendras- 548 yen, 170 g (caro, caro)
Algunas mujeres mayores nos preguntaban de donde veníamos. Resulta que España triunfa, a Polonia todavía no la conocen.
Nos levantamos temprano para ir al museo de ramen en Osaka. Ya era habitual quedar con Hiroko al lado del Café Tree en la estación Tennoji. Desde allí fuimos al museo, donde vino otra amiga Akiko con sus dos hijos.
Compramos los recipientes de ramen,
Los decoramos,
Nos pusieron ingredientes que habíamos elegido,
Los pusimos en unas bolsas,
Nuestras obras de arte
Casi todas las estaciones de tren o metro tienen un centro comercial de varias plantas, así que en la estación de Osaka comimos en un restaurante con comida de Okinawa, todo estaba super bueno. Resulta que los centros comerciales son muy populares para comer. A veces es difícil encontrar una mesa libre y hay que hacer cola. Me encantó la comida japonesa, me lo comía todo, con huevos crudos incluidos. Incluso el "Natto", temido por los extranjeros, me gustó.
También visitamos un parque donde había un templo y un puente muy bonito.
En la estación de Tennoji y alrededor hay muchos centros comerciales para los fans de totoro; allí encontraréis una tienta de totoro.
En el tren de vuelta siempre estábamos cansados, menos mal que Carlos nos animaba. Nos reímos un montón. Una vez le preguntó a Hiroko si conocía al señor Miyagi de "Karate kid". Le extrañó muchísimo "no" como respuesta y le contó casi toda película. En el tren al principio no sabía si era de buena educación ceder el asiento a la gente mayor. Hiroko dijo: "Si no es muy mayor no te levantes, va a pensar que lo ves más mayor de lo que es".
Al día siguiente nos levantamos, como no, temprano. Fuimos para ver el santuario sintoísta Fushimi Inari- Taisha dedicado al espíritu de Inari, la diosa de arroz. Desde las épocas más antiguas, Inari era venerada como patrona de los negocios (los torii han sido donados por algunos hombres de negocios japoneses). El santuario fue construido en el año 965.
Había muchísima gente.
Había muchísima gente.
Muchas escaleras
Y más escaleras
Subiendo y subiendo
Hiroko me dijo "lo siento pero cuando venga tu hermano no voy a subir arriba otra vez".
De vuelta visitamos un pueblo muy bonito Uji. Hiroko quería enseñarnos el palacio pero estaba cerrado. Aún así valía la pena pasear por las calles y tomar mi helado favorito, el de té verde. Esta región es famosa por su producción de té verde.
De vuelta a Yamato Yagi fuimos al Karaoke a petición de Carlos. Aunque estábamos muy cansados lo pasamos muy bien.
No sé como aguantamos el ritmo, pero otra vez nos levantamos temprano para ir con Hiroko al castillo de Hikone, cerca del lago Biwa- el más grande de país. Kati preguntó a Hiroko: "¿porque los japoneses se tapan la boca con mascara?" Su respuesta fue: "sólo los que son muy feos" y se partía de risa. Los japoneses son así de graciosos, ¿cómo no quererlos?
El castillo principal fue construido en 1575, formaba parte del Castillo Ōtsu y fue traído a Hikone por el clan Ii. Lo terminaron en 1622 utilizando piedras del antiguo Castillo Sawayama. Cuando comenzó la Era Meiji en 1868, muchos castillos fueron desmantelados, pero a petición del emperador mantuvieron al castillo Hikone intacto. A día de hoy es uno de los pocos castillos originales que se mantienen intactos, construidos en todo Japón y fue designado Tesoro Nacional de Japón en 1952.
Hacía mucho calor y había mucha cola para entrar. Dentro encontramos muchas escaleras para subir, pero las vistas valían la pena.
El jardín nos encantó.
Después de pasear teníamos hambre.
Sopa miso: estaba riquísima.
De vuelta a Kashihara fuimos con Hiroko a los baños públicos. Chicos por un lado, chicas por otro. Nos desnudamos y entramos para ducharnos. Vimos una duchas con taburetes y recipientes al lado. La verdad es que nos pusimos mirando una al otra sin saber que hacer. Una chica nos enseñó que hay que sentarse en el taburete, llenar recipiente con agua y echársela encima. Cuando entró Hiroko nosotras ya estábamos agusto y bien mojadas. Nos limpiamos, el pelo incluido, y entramos en el baño. El agua estaba bien calentita. Quería comprobar la temperatura del agua en el orto baño, metí la mano y auuu!! me dio un calambre. Hiroko, por supuesto, se partía de risa. Resulta que al agua le ponían pequeñas descargas eléctricas. Hiroko nunca había entrado en uno de estos, le daba miedo. Pero se animó con nosotras. Luego probamos yakuzi, baño con agua fría y sauna. La experiencia nos gustó muchísimo.
Bien limpitos y a dormir, mañana más.
Por la mañana, como de costumbre, fuimos con Kintetsu a Kioto ( tardamos 40 min). Decidimos aprovechar el "JR Pass" y buscamos autobuses de esta línea. Primer templo que queríamos visitar fue Kinkaku-ji por su famoso pabellón dorado. Entramos en autobús y tan tranquilos disfrutamos de las vistas de la ciudad. Estaba pendiente de ver en el mapa las paradas por las cuales pasábamos. Así nos dimos cuenta que íbamos en dirección contraria. Llegamos al Puente de Togetsukyo. Encima tuvimos que pagar, porque la línea Kyoto City Bus no acepta el "JR Pass". De allí cogimos otro autobús para llegar al destino, pagando otra vez. Os aconsejo que compréis en la estación un ticket diario de autobús (Kyoto City Bus), es barato y podréis llegar a todos los monumentos.
Kinkaku-ji (Rokuon-ji) fue construido originalmente en 1397 como villa de descanso del shōgun Ashikaga Yoshimitsu. Su hijo transformó el edificio en un templo Zen de la secta Rinzai. El templo se quemó varias veces durante la guerra Ōnin. El Pabellón Dorado funciona como un shariden, guardando las reliquias del Buda. En 1950 fue incendiado por un monje con sus facultades mentales alteradas; una versión novelada de este evento se encuentra en el libro de Yukio Mishima publicado en 1956 titulado El pabellón de oro. La estructura actual fue construida en 1955.
Os aconsejo que visitéis la parte este de la ciudad. Nosotros fuimos, sin encontrar parada de JR, al templo Kiyomizu-dera (templo del agua pura). Denomina a varios templos budistas que forman parte de los Monumentos históricos de la antigua Kioto, pertenecientes al Patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco. El templo data del año 778, aunque los edificios actuales fueron construidos en 1633. Toma su nombre de las cascadas que existen en el complejo, las cuáles bajan de las colinas cercanas.
No pudimos ver todo, porque una parte del terreno estaba cerrada por las obras. Supongo que era para prepararse para el mundial de 2020.
Al otro lado de la calle, por donde se sube al templo, está el famoso bario Gion, donde hay muchas casas de té frecuentadas por las Geishas (literalmente la palabra significa "artista").
El origen de las casas de té de Gion data de los tiempos del shogunato de Toyotomi Hideyoshi (finales del Siglo XVI); Cuando Hideyoshi ascendió al poder, lo trasladó al pueblo de Fushimi. Pero debido a los deseos de divertirse en la ciudad de Heian-kyō (la actual Kioto), un nuevo lugar ocupó su antigua ubicación: Gion. Se formaron posadas alrededor del Santuario de Yasaka, en la calle Shijo, que al principio fueron simples tabernas llamadas nizukakejaya hasta llegar a transformarse en casas de té. Esta parte de la ciudad tiene dos distritos donde hay geishas (los llamados Hanamachi): Gion Kobu y Gion Higashi. Aún por la considerable declinación en el número de geishas en Gion en los pasados 100 años, sigue siendo famoso por la preservación de la arquitectura tradicional japonesa, así como de los modos y artes de entretenimiento.
Kioto nos agobió por el calor y el turismo extremo.
Al día siguiente a las 16.00 h por la tarde ,aleluya!!!! quedamos con Hiroko y Mama-san en Nara para el festival de O-bon que honra a los espíritus (fallecidos) de sus antepasados. Se celebra desde hace 500 años y tradicionalmente incluye danzas y bailes como el Bon Odori, o festivales como el Gozan no Okuribi.
Los ciervos sika, protegidos oficialmente como tesoros nacionales y considerados como mensajeros de los dioses por el sintoísmo, vagan por el terreno libremente. Son utilizados como reclamo turístico y se les puede alimentar. Mama-san compró unas galletas para ciervos y las dejó a Kati, que fue atacada y asustada con una manada de estos animales. Se lo comen todo incluso los pasaportes!!!!
Nos encantó el Nigatsu-dō que se encuentra al este de la Sala del Gran Buda, en la colina del monte Wakakusa. Fue fundado en el año 752. Desde allí se puede ver la preciosa panorama de Nara.
El Templo Tōdai-ji alberga una estatua gigante del Buda Vairocana. Aun habiendo sido reconstruido 2 veces por causa de incendios provocados por la guerra (siendo así un 33% más pequeño que el original), ostenta el récord mundial siendo la construcción de madera más grande del mundo. El templo fue finalizado en el 745 y el buda completado en el 751, habiendo consumido la mayoría de la producción de bronce en Japón durante varios años y dejando al país en bancarrota. La estatua ha sido refundida varias veces debido a razones como daños causados por terremotos y la reconstrucción del templo dos veces por incendios. El templo y su área circundante fueron inscritos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Es el edificio principal del templo de Tōdai-ji donde se encuentra el gran buda.
Uno de los pilares que sostiene el edificio tiene un agujero en su base. Los visitantes intentan pasar por el agujero, que tiene las mismas dimensiones que los orificios de la nariz del Buda. La leyenda dice que aquel que pase será bendecido con la iluminación. Los niños no suelen tener dificultades en pasar, pero los adultos a veces se atascan y necesitan ayuda para salir.
El fallido intento de Esaú.
Durante ceremonia abrieron la ventana para ver la cara de Buda.
En la ofrenda se incluyen varios tipos de comida a los difuntos, como arroz, verduras, frutas, pasteles y flores. Es típico encender farolillos en todas las casas y lugares públicos, con la esperanza de poder guiar a los espíritus de los difuntos hacia ellas.
Llegó el día para ver Hiroshima y cercana isla de Miyajima. Varios días antes habíamos reservado el Miyajima Coral Hotel (73 € por 1 noche). Por desgracia en la isla ya no quedaban, pero encontramos uno situado en frente de salida de ferry. Cogimos el Shinkansen desde Osaka hasta Hiroshima, luego, con el "JR Pass" fuimos a la isla con el ferry.
Miyajima, ha sido venerada desde tiempos antiguos, donde se han encontrado vestigios de construcciones desde el año 593. Es uno de los tres paisajes más bellos del país.
Se considera que el Santuario sintoísta Itsukushima fue fundado en el año 593, pero su existencia solo está confirmada a partir del 811. Está construido sobre el agua para venerar a la deidad del mar. Fue inscrito en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
El Santuario está presidido por un Otorii, un gran pórtico de color bermellón que descansa sobre el fondo del mar, sin estar empotrado en la arena. Reconstruido en madera de alcanfor en 1875 (periodo Meiji), alcanza una altura de 16 m, siendo la circunferencia de los pilares de 99 dm.
Increíblemente bello.
Nos quedamos hasta tarde. Por la noche ya casi no había turistas.
Por la mañana fuimos a Hiroshima para ver Memorial de la Paz, llamada también Cúpula Genbaku o Cúpula de la Bomba Atómica por los japoneses. El edificio fue originalmente proyectado por el arquitecto checo Jan Letzel para la Exposición Comercial de la Prefectura de Hiroshima (HMI). Fue terminado en abril de 1915 e inaugurado oficialmente en agosto de ese año. Desde 1996 está en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. El hipocentro de la explosión de la primera bomba atómica arrojada sobre una población civil de 6 de agosto de 1945 se situó a una distancia de apenas 150 metros en la horizontal y 600 metros en la vertical del edificio, fue la estructura más próxima que resistió al impacto. El edificio fue inmediatamente preservado exactamente como se encontraba después del bombardeo, sirve hoy como un monumento conmemorativo de la devastación nuclear y un símbolo de esperanza en la paz mundial y la eliminación de todas las armas nucleares.
Después, otra vez con el Shinkansen, fuimos a Himeji.
El Castillo Himeji es una de las estructuras más antiguas del Japón medieval que aún sobrevive en buenas condiciones; fue designado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, también es un Tesoro Nacional. Junto con el Castillo Matsumoto y el Castillo Kumamoto, es uno de los "Tres Famosos Castillos" de Japón, y es el más visitado del país. Se le conoce con el nombre de "Castillo de la garza blanca" debido al color blanco brillante de su exterior.
Fue uno de los días más calurosos. A la entrada del castillo se estropeó la maquina de bebidas, pero por suerte los empleados vendían agua sumergida en recipientes con hielo. Compramos las entradas y subimos arriba. Como no, había muchas escaleras. Nosotros, bañados de sudor, subiendo y subiendo.
Al día siguiente fuimos al Museo de Ninja situado en Iga-Ueno. Por las líneas ferroviarias de Iga circula un tren con diseño ninja realizado por el famoso autor de manga, Matsumoto Reiji.
En la casa Iga-Ryu enseñan y muestran las trampas y sorpresas ocultas.
Nos divertimos mucho durante el Ninja show
Pagando 200 yen los chicos lanzaron 5 shuriken contra una diana
Casi en frente de la entrada al parque hay un pequeño restaurante donde se puede comer hamburguesas de famosa carne de Iga. Os aconsejo que las probéis.
El castillo de Ueno lo visitamos sólo por fuera, dando un paseo por los alrededores.
Después de tantos viajes tuvimos un día para descansar. Invitamos a Hiroko y Mama-san para cenar comida española y polaca. Preparamos tortilla de patatas, huevos rellenos de atún y zapiekanki (que triunfaron). Durante esta cena Hiroko me comentó que las mujeres no deben llenarse el vaso de cerveza sino esperar a que lo llenen. De otra forma te pueden tomar por una borracha.
El domingo, como Hiroko no trabajaba, quedamos con ella en Tennoji y subimos a la torre Abeno Harukas ( 300 metros de altura). El mirador Harukas 300 ocupa los tres pisos superiores (del 58 al 60).
Nos acompañó al barrio Namba para enseñarnos la comida artificial que se vende para los escaparates de restaurantes. A pesar de haber mucha gente andando por allí el barrio nos encantó. Se notaba un ambiente animado.
Comimos típica comida de Osaka en un pequeño bar, donde no había extranjeros. La experiencia me gustó mucho. Como siempre disfruté de la comida un montón.
Menos mal que Hiroko estaba con nosotros!!!
En el corazón de Namba se encuenta el Dotonbori con su famoso cangrejo de Kani Doraku.
Al día siguiente fuimos otra vez a Kioto para ver el mercado de Kobo-san en el templo Toji. Se celebra el 21 de cada mes. Allí compramos los dibujos sumi-e, que envolvieron en papel de periódico. Fue en aquel momento, cuando se me ocurrió pintar encima de los periódicos.
Luego fuimos al famoso Bosque Sagano en Arashiyama. Desde la estación de Kioto cogimos el tren de línea local Sagano hasta la estación Saga Arashiyama (vale el "JR Pass"). Desde allí andamos un poco para entrar en el bosque. No tardamos mucho en salir porque nos picaban mucho los malditos mosquitos. Kioto está rodeado por montañas, pos eso en verano hace mucho calor y humedad.
Llegó el momento de ver algo de alrededores de Kashihara. A pesar del calor fuimos con las bicis acompañados por Mama-san. Vimos el templo budista de Asuka- dera construido en 588. Asuka fue la primera capital de Japón.
Vimos el Museo Arqueológico, donde un hombre mayor nos explicó, durante dos horas, la historia de Asuka.
El paisaje fue impresionante, lleno de arrozales.
Para despedirse de Kati y Carlos Mama-san nos invito a cenar a un restaurante
De vuelta a Tokio fuimos al bario Kameido cerca de la estación de Tokio. Antes habíamos reservado un apartamento Nishi-Ojima Apartment Matsuda (319 € por 4 noches). Es un sitio muy bien comunicado, sobre todo con el aeropuerto de Narita. Por desgracia el apartamento resulto bonito solo en las fotos. Luego las toallas estaban sucias, la ropa de cama sin cambiar. Por la tarde fuimos a Shibuya, porque Kati quería ver el famoso perro Hachikō.
Por la noche casi no dormimos por el calor. Al día siguiente fuimos a Ginza para ver el teatro Kabuki, con entradas reservadas anteriormente y trama de espectáculo leída.
Pasamos también por el famoso mercado de pescado, que en parte se quemó, pero era tarde. Mejor ir temprano a las 4 h de madrugada si quieres ver las visitas que hay programadas.
Al día siguiente visitamos el bario antiguo de Asakusa que durante la mayor parte del siglo XX, fue el distrito de entretenimiento principal en Tokio. El rokku o "Sexto Distrito". Fue famoso en particular como un distrito de teatros, con cines. El área fue fuertemente dañada por los bombardeos estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial, en particular en el bombardeo de Tokio en marzo de 1945. El bario impresiona por su ambiente de callejuelas estrechas, pero es agobiante el número de turistas.
Sensō-ji es el templo más antiguo de Tokio y uno de los más importantes. Durante la Segunda Guerra Mundial el templo fue bombardeado y destruido, su reconstrucción fue símbolo de la paz y renacimiento del pueblo Japonés.
Cerca encontramos una cafetería muy mona
En el mismo barrio subimos al barco (salida cerca de estación JR) para navegar por el río debajo de puentes. Me mareé un poco y Kati estaba con migraña.
Vimos el puente colgante Rainbow Bridge, tendido sobre la parte norte de la Bahía de Tokio. El puente lleva tres líneas de transporte en dos cubiertas. La cubierta superior lleva la Ruta 11 (Ruta Daiba) Autopista Shuto, mientras que la cubierta inferior lleva el sistema férreo de tránsito rápido Yurikamome (gaviota cabeza negra), la Ruta Prefectural Tokio 482 y las pasarelas peatonales. Es posible recorrer el puente a pie, el lado norte ofrece vistas del puerto interior de Tokio y de la Torre de Tokio, mientras que el lado sur ofrece vistas de la Bahía de Tokio y ocasionalmente del Monte Fuji, cuando es visible. Los pasillos peatonales solo se pueden usar durante ciertas horas. Nosotros lo cruzamos con el tren, lo que más me gustó fue este trayecto por las vistas. La isla de Odaiba no me impresionó.
Creo que vale la pena verlo desde Odaiba por la noche
También vale la pena la nocturna panorama desde la torre Skytree. Es la estructura artificial más alta en Japón desde 2010. Con una altura de 634 m, fue inaugurada el 22 de mayo de 2012. Arriba hacía frio.
Al día siguiente visitamos el parque de Ueno dónde se encuentran: El Museo Nacional de Tokio, el Museo Nacional de Ciencia de Japón, el Museo Nacional de Arte Occidental. una sala de conciertos, la capilla Tōshōgū, la Charca Shinobazu y su capilla Benzaiten, y el Zoológico de Ueno (se pueden ver pandas).
Hemos visto el estanque Shinobazu.
El templo Kiyomizu Kannon-do construido en 1631.
El santuario Ueno Toshogu fue construido originalmente en 1616, el santuario fue renovado en 1651 por orden del tercer shogun Iemitsu Tokugawa, quien lo cubrió de grandes cantidades de pan de oro, siendo uno de los santuarios más exuberantes de Tokio.
La última cena de Kati y Carlos en Japón. Lo pasamos bien, pero daba pena despedirnos de ellos.
Por la mañana les acompañamos al aeropuerto de Narita. La despedida fue triste pero habíamos disfrutado de muchos momentos que recordaríamos para siempre.
A partir de este momento íbamos a viajar por Japón los dos solos.
De vuelta a Tokio fuimos en autobús (billete de 1000 yenes). Desde allí cogimos el metro (a partir de entonces se acabó el "JR Pass") para ir a Ikebukucho, donde esperamos 9 horas para nuestro autobús nocturno a Kioto. Antes habíamos comido ramen rico, rico en el bario Ochanomizu. Buscamos el mismo pequeñito restaurante dónde Esaú había comido ramen en su primer viaje a Japón.
Los japoneses miraban mi camiseta y les hacía mucha gracia. Hiroko me explicó que era anuncio de un detergente.
Esperando el autobús nos entretuvimos en el centro comercial de Sunshine City.
Al lado había un parque lleno de gatos que se dejaban acariciar
El viaje duró 10 horas, casi no dormí. Llegamos a Kioto muy muy cansados. Nos enteramos que un misil de Korea del Norte sobrevoló Hokkaido.
Empezó septiembre, hacía menos calor, algo como el verano en España. Decidimos viajar menos fuera de Kashihara para disfrutar de la zona y la compañía de Mama-san. De hecho un día nos levantamos a las 4.00 de madrugada para subir con ella y sus amigos a la montaña Unebi-yama. La entrada estaba cerca del santuario. Un vez arriba hicimos con un grupo de jubilados ejercicio acompañados por la audición en la radio, que les indicaba los pasos. Nosotros intentamos seguirles el ritmo.
Durante nuestros paseos vimos muchos huertos, me fijé en los kiwi. Muchas veces al lado del huerto ponen un puesto, con verduras empaquetadas muy baratas, el dinero se deja en un caja con un agujero (como una pequeña hucha). Así pudimos comprar verdura y fruta de temporada fresca y barata (en los supermercados es supercara)
Detrás de nuestra casa había ruinas de un templo, preciosas flores de loto y otro tipo de flores. Venía mucha gente para verlo.
El Monte Unebi, donde todos los días Mama-san hace ejercicio.
Fuimos con Mama-san a Imaicho, al lado de Kashihara. Es una aldea histórica de la época de Edo. Visitamos algunas casas- museo de comerciantes ricos. Nos dijeron que este sitio es escenario de culebrones japoneses, desarrollados en el pasado, porque no se ven los cables eléctricos.
Otro día paseamos por el parque.
Estaba dibujando, mientras que Esaú practicaba japonés hablando con un hombre, que resultó muy simpático. Se presentó como Hide -san y hablaba algo de inglés.
Hide-san nos invitó a su casa a cenar. Conocimos toda su familia: la esposa Asagi- san, la hija Tsugumi-chan, la madre, la hermana y el cuñado. Comimos muy bien, nos sirvieron sake. Tenían mucha curiosidad por España y Polonia. Esaú preparó tortillas de patatas. Les gustó mucho.
Nos llevaron al templo sintoísta de Miminashi para ver el festival de sumo de niños. La gente hacía ofrendas y rezaban por buenas cosechas. Los niños (solo chicos) luchaban para crecer sanos. Al ganador los sacerdotes le regalaban un tipo de símbolo kami.
Fue sábado 16 de septiembre, por la mañana sobrevoló Japón otro misil de Korea del Norte. Hiroko nos llamó y dijo "No tengáis miedo, no es nada grave". Nos comento que para los japoneses ya es algo habitual las amenazas koreanas.
Al día siguiente llegó el esperado tifón. Antes Hiroko nos había avisado, resulta que a todos japoneses les llegan por teléfono alertas de tifones y terremotos. El viento era tan fuerte que por la noche me daba miedo que arrancase el tejado. Nuestras fieles bicicletas llamadas: Tormenta, Sonrisa, Sancho y Furiosa se cayeron.
Cerca de Kashihara hay muchos pueblos situados en las montañas, rodeados de Parques Naturales. Las vistas y paisajes son preciosos. A siete paradas del tren de la línea Kintetsu, fuimos a Haibara.
Los bosques de bambú se ven mejor en los pueblos, no hace falta ir a Kioto!!!
Desde allí subimos en el autobús montaña arriba para visitar el pueblo de Ouda, de época de Edo.
Parecía un pueblo fantasma; no había casi gente, todos los restaurantes estaban cerradas. Después nos dimos cuenta que era lunes, día de descanso. Pero daba gusto pasear con tranquilidad.
Después de tanda lluvia el paisaje era así.
Otra excursión fue por la misma ruta del Kintetsu hasta la estación Akameguchi.
De allí subimos con el autobús para visitar Las Cascadas de Akame, el sitio donde entrenaban los ninjas.
Muchas escaleras
El domingo fuimos con Mama-san a Osaka para participar en el festival de baile. Primero estuvimos en el piso de Hiroko, donde Mama-san nos puso los yukatas (vestido de verano, hecho de algodón).
Hiroko nos dijo" en Japón bailamos distinto, sin tocar" . Bailamos con mucha gente alrededor del grande escenario, donde tocaban música en directo. Pasamos por unos círculos, que habían dibujado antes, intentando seguir los pasos de otros. Al final se nos dio bastante bien.
Después de una hora de caminata cogimos el autobús para Sakurai.
La aldea de Asuka,
De vuelta a casa.
El 21 de septiembre fuimos al mercado mensual de Tennoji en Osaka, donde el templo Shitennoji se convierte en el escenario lleno de los puestos con antigüedades. Estuvimos un buen rato allí, Esaú compro algunos viejos juegos de supernintendo muy baratos (100 yenes).
Es uno de los templos más antiguos de Japón fue construido hace más de 1.400 años.
Mama-san y Hiroko.
Al día siguiente fuimos con Hiroko en el tren (línea Kintetsu) a Ikoma. Desde allí subimos con elteleférico al parque de atracciones Ikoma Sanjo.
Desde allí se ve la ciudad de Osaka
Bajamos por las escaleras para ver el templo budista de Hozan-ji, uno de los templos japoneses que más nos gustó.
Bajamos andando por muchas, muchas escaleras.
De vuelta a Kashihara fuimos en el autobús a Asuka para ver los farolillos de festival de todos los santos.
Parecía un pueblo fantasma; no había casi gente, todos los restaurantes estaban cerradas. Después nos dimos cuenta que era lunes, día de descanso. Pero daba gusto pasear con tranquilidad.
Después de tanda lluvia el paisaje era así.
Otra excursión fue por la misma ruta del Kintetsu hasta la estación Akameguchi.
De allí subimos con el autobús para visitar Las Cascadas de Akame, el sitio donde entrenaban los ninjas.
El tiempo fue muy adecuado: nublado y fresco. Cuando llegamos la lluvia ceso y era agradable subir arriba por la ruta de 4 km (dos horas de caminata) y una hora de vuelta. En esta época de otoño casi no había gente.
Aseos
Muchas escaleras
El domingo fuimos con Mama-san a Osaka para participar en el festival de baile. Primero estuvimos en el piso de Hiroko, donde Mama-san nos puso los yukatas (vestido de verano, hecho de algodón).
Hiroko nos dijo" en Japón bailamos distinto, sin tocar" . Bailamos con mucha gente alrededor del grande escenario, donde tocaban música en directo. Pasamos por unos círculos, que habían dibujado antes, intentando seguir los pasos de otros. Al final se nos dio bastante bien.
También fuimos a cercano Sakurai por supuesto con Kintetsu (tres paradas desde Yamato-Yagi). El viaje fue impresionante. Desde estación subimos al autobús y fuimos arriba para ver el santuario Tanzan fundado en el año 678. Pagoda de 13 pisos construida en el año 1532, con 17 metros de altura, es única en Japón. Fue reconstruida en 1532 durante el período Muramochi.
En vez de esperar el autobús (teníamos que esperar una hora), decidimos volver andando para disfrutar del maravilloso paisaje. La primera parte de la bajada era un camino poco transitado y antiguo por lo que estábamos resguardados del sol y el paseo era muy agradable. Pero cuando éste terminó y se unió con la carretera general, el calor era muy fuerte y los camiones pasaban demasiado cerca de nosotros. Teníamos que estar muy atentos (los conductores iban demasiado rápido). Tuve miedo, sobre todo en las curvas, porque no había ninguna acera, solo carretera.
Después de una hora de caminata cogimos el autobús para Sakurai.
Para aprovechar el buen tiempo, libre de lluvias y tifones, paseábamos mucho disfrutando de los paisajes. Subimos al Observatorio de Asuka donde conocimos unos hombres mayores. Uno de ellos hablaba inglés y nos contó sobre la importancia de esta zona como cuna del país. Era muy hablador y tenía unos ojos azules preciosos. Nos comentó que en el pasado la sangre japonesa se mezcló con portuguesa ,española, holandesa, inglesa o estadounidense.
La aldea de Asuka,
De vuelta a casa.
El 21 de septiembre fuimos al mercado mensual de Tennoji en Osaka, donde el templo Shitennoji se convierte en el escenario lleno de los puestos con antigüedades. Estuvimos un buen rato allí, Esaú compro algunos viejos juegos de supernintendo muy baratos (100 yenes).
Es uno de los templos más antiguos de Japón fue construido hace más de 1.400 años.
Para buscar más juegos antiguos fuimos a la calle Electric, cerca de Namba, entramos en algunas tiendas de manga. Por la tarde quedamos en la estación de Tennoji con Tak- san, un chico con quien Esaú hablaba por Skype para practicar japonés. Vino con su mujer, una chica muy guapa y maja. Nos invitaron a cenar okonomiyaki. Hablaban inglés, pasamos un rato agradable de muchas risas.
El sábado 23 de septiembre se celebró el festival shintoista de todos los santos. Esaú quedó con Mama-san, Hiroko, Hide-san, Asagi-san y Tsugumi-chan para verlo. Yo me quedé en casa porque estaba resfriada. Resulta que había un concurso de espantapájaros (kakashi), puestos con comida y música en vivo en Asuka. Mientras tanto Hide-san y su familia me trajeron una bolsa con medicamentos, que majos!!!
Mama-san y Hiroko.
Al día siguiente fuimos con Hiroko en el tren (línea Kintetsu) a Ikoma. Desde allí subimos con elteleférico al parque de atracciones Ikoma Sanjo.
Desde allí se ve la ciudad de Osaka
Bajamos por las escaleras para ver el templo budista de Hozan-ji, uno de los templos japoneses que más nos gustó.
Bajamos andando por muchas, muchas escaleras.
Hiroko me preguntó: "Cuando te pregunten en España que has visto en Japón, ¿qué dirás?" le respondí: "Muchas escaleras" y se partía de risa.
De vuelta a Kashihara fuimos en el autobús a Asuka para ver los farolillos de festival de todos los santos.
Otro día fuimos a la cercana Hasedera para ver el templo budista conocido como el "Templo de las flores", con más de 150 tipos de peonías (florecen entre abril y mayo).
Las "Noboriro" (escaleras cubiertas). Las escaleras se elevan 200 m y tienen 399 escalones.
Luego nos llevaron a comer ramen. Resulta que esta zona es famosa por producción de los noodles.
El sábado 30 de septiembre fuimos a Osaka donde quedamos con Hiroko en la estación de Tennoji. Hacía varios días que habíamos hablado sobre viajar a Nachi. Hiroko reservó los billetes de autobús y el ryokan (pagamos el alojamiento y en el precio, el autobús estaba incluido). Salimos desde Shin-Osaka y nos adentramos en la prefectura de Wakayama, donde paramos al lado de un restaurante y las tiendas con muchos souvenirs. Comimos tempura muy rica y disfrutamos de las vistas al Pacífico.
Después de cinco horas de viaje por la preciosa costa llegamos a nuestro destino. El ryokan estaba situado a la orilla de una bahía.
Un rato de descanso.
Nuestros futones.
Descubrimos una sala de juegos, con infinidad de mangas y consolas. Nadie vigilaba la sala.
Salimos a pasear y disfrutar del entorno.
No sabíamos donde íbamos, pero estas aventuras me encantan, porque siempre traen sorpresas.
Nos dieron yukatas para dormir.
Vimos una partida de Bingo y cenamos muy bien en el restaurante del ryokan. Hiroko y Esaú se remojaron en aguas termales en un onsen.
Al día siguiente subimos montaña arriba en un autobús que nos dejó cerca del santuario de Kumano Nachi Taisha. Pero para llegar allí tuvimos que trepar por muchas escaleras.
Las vistas eran impresionantes.
Situado justo al lado del santuario se haya el templo budista de Seiganto-ji y fundado a comienzos del siglo V, siendo la estructura más antigua de la zona de Kumano y Patrimonio Cultural de Japón.
La famosa pagoda roja de tres pisos.
Desde último piso admiramos la cascada.
La cuesta Daimonzaka es un precioso camino empedrado de 267 peldaños y unos 650 metros de largo. Esta cuesta está flanqueada por enormes y centenarios cedros y árboles de alcanfor. Nosotros bajamos un tramo viendo por el camino, cómo los peregrinos subían cansados y sudando.
De vuelta Esaú y Hiroko mojaron los cansados pies en las aguas termales
Nos esperaban cinco horas en el autobús de vuelta. Ya en uno de los centros comerciales de Tennoji Hiroko me enseñó la tienta de los Moomins, donde me volví loca. Compré un bolso muy mono y algunos detalles más, con gran felicidad de Hiroko, que me había dicho antes "Anka tu no compras nada para ti".
Nuestra calle.
El arroz maduro.
Las casas tradicionales del vecindario.
En Imaicho llovía mucho. Las mujeres del museo nos dejaron paraguas.
Vimos el museo de sake donde probamos unos chupitos.
Una casa tradicional japonesa de comerciante rico (época de Edo).
Fue la primera vez que vieron los templos de este tipo.
Les presentamos a Mama-san. Lukas tuvo un éxito entre las japonesas, quizá por calvo.
Quedamos con Hiroko y su amiga en Nara. A Kasia le encantaron los ciervos.
De día todo se veía distinto. Nos acordamos del festival del Obon.
Para activar su "JR Pass" tuvimos que ir a Shin-Osaka. Resulta que en Tennoji no se podía hacer. Se fueron para varios días a Tokio, pero no les gusto tanto como Kioto.
Mientras tanto nosotros descubrimos más lugares preciosos de Kashihara.
Vimos la cosecha de arroz.
Fuimos a Kashiba para ver el torneo de de sumo, que a pesar de su peso, eran muy hábiles. Se celebra el 19 de octubre.
Vimos la exposición de bonsais y crisantemos en el santuario de Kashihara.
Las bellas vistas.
Fuimos paseando a la otra orilla.
Comimos en un restaurante agradable.
El Udon estaba muy sabroso.
Subimos en teleférico hasta el parque Kasamatsu.
Volvimos en un barco cruzando la bahía, ya de noche. Recogimos las maletas de la taquilla de la estación y fuimos andando a nuestro ryokan Amanohashidateso (139 € por 1 noche). Por la mañana disfrutamos de las vistas.
Por desgracia llovía mucho y decidimos volver a Osaka. Durante el trayecto me embriagué de bellos paisajes.
Pasadas tres semanas Lukas y Kasia volvieron a Inglaterra y otra vez nos quedamos solos. Aprovechamos los últimos días para despedirnos de amigos.
También nos despedimos de nuestro piso, tan caluroso en verano y frío en otoño.
Aquí desayunamos y cenamos, disfrutamos de: sushi fresco y barato de supermercado, cervezas nocturnas con Carlos, yo de pan relleno de salmón y bollos rellenos de curry, Esaú de bollería rica.
Allí preparamos cafés, tés, ensaladas españolas, sopas calientes, tortillas de patata, huevos rellenos, huevos revueltos, zapiekanki polacas y tostadas.
Aquí pasamos calor y frio, pero también descansamos después de nuestros viajes.
Las dos últimas noches dormimos en casa de Mama-san.
Okonomiyaki caseros.
Nos despedimos de la cercana estación ya tan familiar.
Allí nos despedimos de Mama-san, nos pusimos muy tristes. Hiroko nos acompañó a la estación de Kioto de donde salía nuestro Shinkansen a Tokio.
En Tokio hacía frio, llovía mucho. Alquilamos una habitación en APA Hotel Higashi-Nihombashi-Ekimae (126 € por 2 noches). en el barrio Ryogoku, cerca de la parada del tren para ir directamente al aeropuerto de Narita. Había una fiesta en las calles, donde tomamos el té verde tradicional delicioso.
Al siguiente día otra vez llovía mucho. Me quedé en la cama bastante resfriada.
Ultima cena y la primera pizza en tres meses.
El aeropuerto de Narita.
Audio blog; https://los5kanpeki.maestroshaolin.com/
Las "Noboriro" (escaleras cubiertas). Las escaleras se elevan 200 m y tienen 399 escalones.
El viernes Hide-san y Asagi-san nos llevaron con su coche a Horyuji. Es un templo budista localizado en Ikaruga. Su nombre completo es Hōryū Gakumonji (Templo de la Enseñanza de la Ley Floreciente), debido a que este sitio sirve como un monasterio. El templo es muy conocido por poseer las edificaciones de madera más antiguas en el mundo. Debido a que tiene los templos más antiguos y más importantes, Hōryū-ji es el templo más venerado en Japón. El primer templo se completó en el año 607. Se incendió completamente en el año 670. Entre el 670 y el 700 fue reconstruido siguiendo el estilo original pero reorientado en una posición al noroeste. El templo se reparó y reensambló a principios del siglo XII. Fue designado como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y el gobierno japonés lo ha nombrado como un Tesoro Nacional.
El sábado 30 de septiembre fuimos a Osaka donde quedamos con Hiroko en la estación de Tennoji. Hacía varios días que habíamos hablado sobre viajar a Nachi. Hiroko reservó los billetes de autobús y el ryokan (pagamos el alojamiento y en el precio, el autobús estaba incluido). Salimos desde Shin-Osaka y nos adentramos en la prefectura de Wakayama, donde paramos al lado de un restaurante y las tiendas con muchos souvenirs. Comimos tempura muy rica y disfrutamos de las vistas al Pacífico.
Después de cinco horas de viaje por la preciosa costa llegamos a nuestro destino. El ryokan estaba situado a la orilla de una bahía.
Un rato de descanso.
Nuestros futones.
Descubrimos una sala de juegos, con infinidad de mangas y consolas. Nadie vigilaba la sala.
Salimos a pasear y disfrutar del entorno.
No sabíamos donde íbamos, pero estas aventuras me encantan, porque siempre traen sorpresas.
Nos dieron yukatas para dormir.
Vimos una partida de Bingo y cenamos muy bien en el restaurante del ryokan. Hiroko y Esaú se remojaron en aguas termales en un onsen.
Al día siguiente subimos montaña arriba en un autobús que nos dejó cerca del santuario de Kumano Nachi Taisha. Pero para llegar allí tuvimos que trepar por muchas escaleras.
Las vistas eran impresionantes.
El santuario de Kumano Nachi Taisha se convirtió en un complejo religioso ocupado por templos budistas y santuarios sintoístas, algo muy común en el Japón anterior a la Restauración de Meiji y que recibía el nombre de jingu-ji (lit., ‘santuario-templo’). Tiene su origen religioso en las antiguas prácticas de veneración de la naturaleza y especialmente de la cascada de Nachi, porque según parece, el santuario estaba en sus inicios en la base de la cascada, pero fue trasladado a su ubicación actual en el siglo IV.
Situado justo al lado del santuario se haya el templo budista de Seiganto-ji y fundado a comienzos del siglo V, siendo la estructura más antigua de la zona de Kumano y Patrimonio Cultural de Japón.
La famosa pagoda roja de tres pisos.
Desde último piso admiramos la cascada.
La cascada Nachi con 133 m de altura es una de las cataratas más altas del Japón (con la cascada Kegon, la cascada Fukuroda y la cascada Hannoki, la más alta, con 497 m). Se cree que era la casa de un kami llamado Hiryū Gongen, adorado en Kumano Nachi Taisha, hoy parte de los Sitios sagrados y rutas de peregrinación de los Montes Kii, un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La cuesta Daimonzaka es un precioso camino empedrado de 267 peldaños y unos 650 metros de largo. Esta cuesta está flanqueada por enormes y centenarios cedros y árboles de alcanfor. Nosotros bajamos un tramo viendo por el camino, cómo los peregrinos subían cansados y sudando.
De vuelta Esaú y Hiroko mojaron los cansados pies en las aguas termales
Nos esperaban cinco horas en el autobús de vuelta. Ya en uno de los centros comerciales de Tennoji Hiroko me enseñó la tienta de los Moomins, donde me volví loca. Compré un bolso muy mono y algunos detalles más, con gran felicidad de Hiroko, que me había dicho antes "Anka tu no compras nada para ti".
Otro día paseando conocimos un hombre mayor Mike-san que daba clases de inglés. Resulta que vivía mucho tiempo en Estados Unidos, donde tiene hijos. Hablaba también un poco de castellano. Nos invitó para tomar un lunch en su casa y para nuestra sorpresa vinieron todos sus alumnos. Dos veces al mes organizan en su casa reuniones y aprovechan para practicar inglés. Así fue en este caso. Las mujeres prepararon Obento casero, luego cada uno se presentó en inglés hablando de sus aficiones. Tenían sus nombres ingleses como Angelina, Kent o Harry. La casa de Mike-san era preciosa, muy antigua. Había pinturas cubriendo las paredes y un jardín muy cuidado. Nos contó que es la casa familiar de su enferma madre. Les enseñamos que en España para bienvenida y despedida nos damos dos besos. Mike-san "obligó" sus alumnos a besarnos. Al principio se asustaron un poco pero luego se soltaron. Lo pasamos super bien.
Cerca de nuestra casa y la de Mike-san se hayan las ruinas fFujiwara-kyō la capital imperial entre 694 y 710 (cuando la corte imperial fue trasladada a Nara). Recientes investigaciones han determinado que la ciudad cubría una área de 5 km cuadrados. El palacio imperial ocupaba una área de aproximadamente 1 km cuadrado, y estuvo rodeado por muros de 5 m de altura. Cada uno de los cuatro muros tenían tres puertas; Suzakumon, la puerta principal, se encontraba al centro del muro sur. El Daigokuden y otros palacios fueron las primeras estructuras de palacio japonesas en tener techo de tejas al estilo chino.
El jueves 5 de octubre estuvimos esperando a mi hermano Lukas y su mujer Kasia que en esos momentos ya habían aterrizado en el aeropuerto de Osaka desde Reino Unido (pasando por Amserdam). Les íbamos a ver en la estación de Yamato-Yagi, donde llegaron desde aeropuerto en autobús. La verdad es que les esperaba a la 13.00h. Por suerte miré mi correo y vi que me habían mandado mensaje que ya estaban en Yamato-Yagi desde hacąia media hora. Llamé a Lukas para decirle que ya salimos de casa para recogerles pero me dijo: "no te preocupes,cogemos un taxi". Nosotros esperándoles y no venían. Le llamé otra vez y me dijo: " ¿donde estáis? Nosotros a la puerta de vuestra casa". Como el taxista no hablaba inglés, ni ellos japonés le enseñaron la dirección en Google Maps con tan mala suerte, que podía dar lugar a confusión, y así fue. Esta agencia Leopalace tiene un montón de pisos para alquilar y por casualidad había varios pisos con el mismo numero, pero claro las calles distintas. Madre mía, se fueron a otra casa!!! Mi hermano estaba llamando a otra puerta gritando "Anka abre!!!". Por suerte vieron una estación cerca y desde allí nos llamaron. Entonces fuimos a Bojo y les dimos una tardía (pero calurosa) bienvenida. Decidieron venir en octubre porque antes habían leído que en septiembre es el mes de los tifones. Pero Hiroko dijo que este año el tiempo era raro, porque la primera semana hizo calor y las 3 siguientes llovieron mucho. Lukas y Kasia trajeron casi toda la ropa de verano.
Nuestra calle.
El arroz maduro.
Las casas tradicionales del vecindario.
En Imaicho llovía mucho. Las mujeres del museo nos dejaron paraguas.
Vimos el museo de sake donde probamos unos chupitos.
Una casa tradicional japonesa de comerciante rico (época de Edo).
Fue la primera vez que vieron los templos de este tipo.
Les presentamos a Mama-san. Lukas tuvo un éxito entre las japonesas, quizá por calvo.
Quedamos con Hiroko y su amiga en Nara. A Kasia le encantaron los ciervos.
De día todo se veía distinto. Nos acordamos del festival del Obon.
Para activar su "JR Pass" tuvimos que ir a Shin-Osaka. Resulta que en Tennoji no se podía hacer. Se fueron para varios días a Tokio, pero no les gusto tanto como Kioto.
Mientras tanto nosotros descubrimos más lugares preciosos de Kashihara.
Vimos la cosecha de arroz.
Fuimos a Kashiba para ver el torneo de de sumo, que a pesar de su peso, eran muy hábiles. Se celebra el 19 de octubre.
Vimos la exposición de bonsais y crisantemos en el santuario de Kashihara.
Fuimos con Kasia y Lukas a Amanohashidate; uno de los tres paisajes más bellos de Japón. Este pueblo está situado en la bahía de Miyazu. Salimos desde sin-Osaka y el billete nos costó 5000 yenes. Resulta que nuestros "Regional JR Pass" caducaron un día antes y no pudimos utilizarlos. Luego en España los devolvimos recuperando casi todo el dinero (se quedan un 10% de comisión). Subimos en telesilla hasta la colina del parque de atracciones Amanohashidate ViewLand para disfrutar de la "vista del dragón volador" (la lengua de arena que conecta ambas orillas).
Iba bien agarrada a la silla, pasé un poco de miedo!!!!
Las bellas vistas.
Fuimos paseando a la otra orilla.
Comimos en un restaurante agradable.
El Udon estaba muy sabroso.
Subimos en teleférico hasta el parque Kasamatsu.
Volvimos en un barco cruzando la bahía, ya de noche. Recogimos las maletas de la taquilla de la estación y fuimos andando a nuestro ryokan Amanohashidateso (139 € por 1 noche). Por la mañana disfrutamos de las vistas.
Por desgracia llovía mucho y decidimos volver a Osaka. Durante el trayecto me embriagué de bellos paisajes.
Pasadas tres semanas Lukas y Kasia volvieron a Inglaterra y otra vez nos quedamos solos. Aprovechamos los últimos días para despedirnos de amigos.
También nos despedimos de nuestro piso, tan caluroso en verano y frío en otoño.
Aquí desayunamos y cenamos, disfrutamos de: sushi fresco y barato de supermercado, cervezas nocturnas con Carlos, yo de pan relleno de salmón y bollos rellenos de curry, Esaú de bollería rica.
Allí preparamos cafés, tés, ensaladas españolas, sopas calientes, tortillas de patata, huevos rellenos, huevos revueltos, zapiekanki polacas y tostadas.
Aquí pasamos calor y frio, pero también descansamos después de nuestros viajes.
Las dos últimas noches dormimos en casa de Mama-san.
Okonomiyaki caseros.
Nos despedimos de la cercana estación ya tan familiar.
Allí nos despedimos de Mama-san, nos pusimos muy tristes. Hiroko nos acompañó a la estación de Kioto de donde salía nuestro Shinkansen a Tokio.
En Tokio hacía frio, llovía mucho. Alquilamos una habitación en APA Hotel Higashi-Nihombashi-Ekimae (126 € por 2 noches). en el barrio Ryogoku, cerca de la parada del tren para ir directamente al aeropuerto de Narita. Había una fiesta en las calles, donde tomamos el té verde tradicional delicioso.
Al siguiente día otra vez llovía mucho. Me quedé en la cama bastante resfriada.
Ultima cena y la primera pizza en tres meses.
El aeropuerto de Narita.
Audio blog; https://los5kanpeki.maestroshaolin.com/
Genial post, he estado buscando viajes baratos a Japón porque quiero viajar con mi familia y que conozcan ese lindo país. Enhorabuena!!
ResponderEliminarMuchas gracias, hay mucho que ver allí.
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